Nuestras primera experiencia con público fue la instalación realizada en el Nook de Málaga para la clausura de verano de 2016. Antonio Troyano, al que ya conocíamos de otros muchos momentos y proyectos, nos invitó a participar, cediéndonos espacios y ofreciéndonos todo tipo de ayuda para lograr que las imágenes pudieran destacar en un entorno, en principio, no muy apto.
Pero la versatilidad de la luz y el apoyo de todo el equipo de Nook, escondite de creación, hicieron posible este experimento.
Este reto nos sirvió para darnos cuenta de lo fácil que es trabajar con la luz. Cualquier espacio, sobre cualquier superficie. También advertimos dos claves: la primera es que a los niños les encanta y están dispuestos a jugar con la luz. La segunda es que a los mayores también les gusta: se paseaban por delante del haz de luz para ver cómo la obra se proyectaba sobre su ropa y creaba nuevas y divertidas imágenes.
Por todo ello, de nuevo GRACIAS a este espacio de creación único.